miércoles, 13 de agosto de 2008

Una reconstrucción, que a un año, no se ve

Ya ha pasado un año desde el terrible terremoto que destruyó el sur de nuestro país dejando un saldo de 519 muertos, mas de 300 desaparecidos y miles de damnificados, por lo mismo es casi inconcebible que en un año sólo se haya avanzado el 15% de la reconstrucción total, aún con programas creados especialmente para acallar el caos que rodeaba las calles de Ica, Pisco y Chincha. El ejemplo más fehaciente es el Fondo para la Reconstrucción del Sur (Forsur) creado por el gobierno del presidente Álan García, el 28 de agosto del 2007, quince días después del sismo.
La presidencia de directorio de Forsur fue encabezada por el empresario Julio Favre, quien fuera meses después sospechoso de malgastar los fondos destinados a los damnificados, hasta el día de hoy el programa se encuentra sin presidente a la vista y peor aún la mayoría de ayuda que ha recibido el sur proviene de entidades privadas, campañas benéficas, ongs y organizaciones privadas.

Mientras el presupuesto del estado sigue siendo desperdiciado en empleados fantasma contratados por nuestros padres de la patria, sueldos exorbitantes a trabajadores del partido aprista peruano, entre otras perlitas, hay gente que sigue esperando que las promesas se cumplan, aquellos que lo perdieron todo, familia, hogar, amigos, todo. Hoy por lo menos esperan tener un techo consistente en el cual puedan vivir y recuperar una pequeña parte de lo que vieron perdido en ese fatídico 15 de agosto.
En conmemoración al primer año del terremoto de 7,5 grados en la escala de ritcher, se está gestando para este viernes, 15 de agosto, una manifestación en los lugares afectados como Ica, Pisco, Chincha, Cañete y Huancavelíca , entre las que participarían organizaciones vecinales, gremios y lo que más se ha discutido en la semana la asistencia de la Confederación de Trabajadores del Perú (cgtp).
Se espera que los sectores que marchen este viernes, lo hagan de una manera pacífica y no aprovechen el dolor de un pueblo que sigue sufriendo los estragos del sismo. Vale decir también que queda la esperanza de que el gobierno se ponga las pilas, que se olviden por un momento de temas irrelevantes como el de una vedette sentada en el pabellón y proteja como debe de ser a sus habitantes ante cualquier amenaza, puesto que el olvido y la dejadez los hace vulnerables y el peligro se vuelve inminente.




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