...Y venian en la autopista de Nuevo México, cuando derrepente el pequeño Jim de cinco años, vio la volcadura de una camioneta llena de indios, escena que lo marcaría por el resto de sus días y que por ende a nosotros como sus seguidores nos dejó huella. ¿Qué pasaría si en realidad, el alma de un indio, se confundió con la de Morrison?. Suena descabellado, pero a estas alturas no tendría nada de increíble. Jim fue un muchacho diferente a los demás, algunos de sus biógrafos afirman que tuvo un carácter siniestro y no era para menos después de las tristes y oscuras experiencias que le tocó vivir.
Una frialdad familiar que congeló sus sentimientos como una cruda y dolorosa agonía. Era él mismo quien rememoraba recuerdos y los contaba en tono de ironía, tal vez escondiendo el profundo lamento que llevaba en el alma, por eso ocultó la verdad sobre la existencia de sus padres cuando en una entrevista le preguntaron por ellos, simplemente respondería: "MUERTOS". Cuando se descubrío la verdad diría despues: "Supongo que dije que mis padres estaban muertos como una especie de chiste. Tengo un hermano, también, pero hace como un año que no lo veo. No veo a nadie de mi familia. Esto es lo máximo que he contado de ellos. "
Tiempo después, sabríamos que Jim nunca más formaría parte de la familia Morrison como el final. Cada tema de The Doors se convertiría en un boom. Presentaciones en vivo que usualmente terminaban en grescas con las autoridades por la irreverancia de un poseído que vociferaba: Girl, we couldn't get much higher?. Los bailes al estilo indio en Five to one (en realidad el baile lo hacia en todas sus canciones), y su ganado titulo del Shamán sexual, lograría que millones se cautiven y encandilen con The doors y es que ya no era tanto Ray, Robbie o John, The doors era ese muchacho de pantalones de cuero ajustados y de la melena enredada, de ese look desenfadado y de la voz sensual, era JIM.
Mientras en esa época las rolas que movían el ambiente eran Sonny y Cher, o las tiernas canciones de The Beatles, se respiró un nuevo aire a finales de los 60's, un chico dando alaridos despidiendose de la Luna de Alabama y saludando cariñosamente a una LA woman, manifestandose claramente en contra de la guerra de Vietnam, a su manera con The Unknow Soldier, Mr. Mojo (alias de Jim) era un artista neto, un poeta que tenía la inspiración a flor de piel, aquél que se arriesgó a hablar de la muerte como ninguno, añorandola con el pasar del tiempo, y llamándola para terminar con el dolor de la vida e iniciar algo nuevo.
Con el pasar del tiempo se separarían y ya nada era lo mismo. Jim continuaba viviendo a su manera rompiendo reglas, y disgustándole aquello que era la autoridad, de cierta forma escaparía a París buscando puertas de escape y lo logró puesto que un cuatro de julio de 1971 y con tan sólo 27 años su corazón dejó de latir. Se tejieron mitos, hablaron oportunistas, sin embargo la verdad se la llevó esa noche que para los fanáticos es fatídica y para el, para Morrison, había llegado a buscarlo su unico amigo, el final (The End- The Doors 1967)
Los jóvenes, hoy con canas ponen a Jim en un altar, y los de hoy sabemos que ese sigue siendo su lugar porque no fue una persona común y corriente, de aquellas que tienen temor de ser como son, capaces de abrir su corazón, de expresar sus mas profundos sentimientos, aún cuando pocos lo entiendan, y el mundo se te vaya encima, con irreverencia, con desparpajo, con inteligencia o como quiera que se le vea, despues de todo Jim Morrison fue y seguirá siendo, El Rey Lagarto.
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